domingo, julio 27, 2008

Manifiesto 2008

¡¡¡Papá, mira, bueyes!!!

Reunido el Collegium de los Invisibles en la Babel cañadiense, como viene a ser costumbre, sin dar tiempo a que el tiempo termine sus obras, acordamos hacer público el siguiente...

MANIFIESTO

DE LA CAVERNA AL HOTEL PALENQUE
(y el que no, a los Caracoles)

Una primavera del año 53 a.C., en algún lugar entre To-rre-la-ve-ga y Las Vegas, dos hermosos morlacos compartían confidencias frente a un gin-tonic…

- Oye, Piscator, ¿a ti te llevan al Prado del Museo o te traen la hierba a la cueva?

- Déjate de hierba, Altamiro, que nos conocemos y la Ninfa de Warburg ha quedado en traernos un par de melones.

Viendo que la Ninfa demoraba, las confidencias se hacían menos objetivas.

- Una duda me asalta desde hace milenios.

- Pregunta, Altamiro, pregunta. Ya sabes cuántas veces me han pasado por la piedra (litográfica).

- Dime, amigo Piscator, ¿cuántos bisontes pueden engendrarse en media hora?, ¿uno, due, tre, cuatro, chincue... fino a …tredichi?

- ¿Acaso estás rumiando redecorar tu cueva?

- Bien sabes que siempre fui el mismo. Sí, quiero convertir la suite Christian Dior en un palíndromo invertido sin punto de apoyo… con permiso de los bomberos, claro.

- ¡Eso estaría bonítico, bonítico (bonito y mítico)!

- ¡Así es!, ¡y además blanco y hermafrodita!

- Entonces no llames a Ingres-Angre, la última vez que pintó a Napoleón le acabaron sudando los armiños.

- ¡¿Y si se lo encargo a un veneziano?!

- ¡Ni se te ocurra!, allí están siempre de obras y lo más que conseguirías sería un no-lugar para turistas tristes.

- Veo que detestas Venezia.

- ¡Para nada, me encanta la Via Garibaldi!

- Deberías contratar un arquitecto volador, con 3 ojos y 4 manos. Habla con Gordon Strong.

- Pero si sólo dispongo de 1 millón de dólares...

- Con eso te da para una archicueva acabada antes de tiempo, y te sobraría para invitar a Marylina a una obra de teatro total con dos pantallas, 400 diapositivas y todas las videoinstalaciones de los últimos 5 años.

- ¡Ay!, ¡quién pudiera entrever la espiral de Marylina, o la de la yoruba tal vez!

- Pues El Ventilador del Cañadío le elevará su tul.

Como la Ninfa seguía demorándose...
Abrazados el hopi, el bambara, la serpiente y Marvurg, todo quedó incluido.

- Altamiro, quisiera regalarte algo para tu casa.

- Vale, vale Piscator, pero que quepa por la puerta.

- Tú eliges: una chocolatina Rembrandt pasada de fecha, una lata con mierda de artista o una fotografía de la ausencia de Mondrian.

- Difícil me lo pones, Wraity, ¿y no tendrías una máscara que ya sepa lo que es bailar?

- Ahora mismo no me quedan, pero tengo un abrigo como caído del cielo, femeninamente bello y masculinamente sublime; con esto habrá que hacer algo…

Y en estas llegó Monsú Desiderio desdoblado en dos (como Sara Mago) anunciando que la Ninfa había pillado atasco en la punta de Amarillo Ramp y que si había que ir, se iba, pero que ir para no llegar era tontería.

- ¡¡¿Quid Tum?!!, esputó Piscator sobre el boli raptado. A lo que Altamiro, en un súbito ataque de ansiedad, respondió:

- Pues si no hay melones, nos comeremos la chocolatina del yelmo de oro.



( leer muy lentamente )

Desarmado de preguntas menos retóricas, el Collegium de los Invisibles se convoca y os convoca a explorar el sublime futuro, a lomos de espirales siempre ascendentes, afirmando con Bruno Taut y Dostoievski que es posible la construcción de espacios de felicidad, aunque sólo sea con el fin de elevar nuestra mirada hacia literaturas algo distantes…

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