
Autopía de los húmedos ideales
(La antropología, ¿no será una apología de los antros?)
Al principio era el verbo y el verbo era un ladrillo.
Aprovechando el jubileo de la Porciúncula, Alejandro VII, en adelante URU4, comulgando en soledad con picatostes, recibió en confesión al joven Pizzati, geógrafo del placer boulevaresco:
P- Mio Papa Minga, desde hace días tengo el ánimo down, down, downissimo…!
A- Raccontami, raccontami, fratellino Pizzati.
P- He visto una ciudad ideal sin firma ni personas, bueno, solamente dos desproporcionados personajes sin escala ni motivo aparente.
A- ¿Y entonces?
P- Vivo sin vivir en mí, anclado entre la historia y el mito, no sé si se trata de un espacio hipotético o de la pluralidad de espacios amenos.
A- ¿No estarás hablando de los indios salmanticenses?
P- Sí, Papa Minga, tu sabiduría y resistencia intestinal me abruman.
A- ¿No estarás pensando en sus derechos?
P- Ma Dio!!! Certo!!! Pensaba si también tienen derecho a mojar el churro en el oráculo.
A- Lorenzino, creo que tienes una visión algo negativa de tu ciudad y eres poco optimista sobre postmetrópolis.
P- Ma, Santità, ¿de qué nos sirve vivir en una ciudad gloriosa si estamos condenados a vivir como animales?
A- Caro Pizzati, tú que eres alma de surfurbias deberías ir a América para purificarte y divertirte en sus espacios baldíamente petrolíferos; aprovecha que eres joven. ¡Pizzati! ¡Dales caña eufratiana de esa que viene del Delta del Ebro! ¡¡¡Forza Pizzati, Forza!!!
A- No convencido del todo, Pizzati atóse el cilindro de Bramante y cruzó el gran océano a lomos de EN-KI, el súmero, en menos tiempo del que tarda un funcionario en desayunar.
P- ¿Dónde estarán el súmero y la súmera? ¿Los tendrá Mies en el armario de Gropius?
A - Por problemas técnicos no podemos ofrecer el fin de la aventura americana del buen Pizzati.
A- Mientras tanto, Alejandro VII aprovechó la ausencia de fieles urbanitas y solicitó a su asistenta un chocolate a la española donde mojar su churro pontificio. Recibió después el gran URU4 a malayo Marqués de Salamanca.
P- Papa Minga!!! Io voglio fare fortuna.
A- Así se habla hijo, recuerda que la prodigalidad es vicio que perjudica al hombre pero no al comercio.
P- Hagamos de Madrid un Eroski con salida única y oficiales con sable ofreciendo metros a millón.
A- Si no hubiera o hubiese enviado en penitencia y procesión al joven Pizzati, recalificaríamos juntos las grandes llanuras americanas.
P- Entonces… ¡macdonalicemos los jardines del ensanche!
A- ¡Quieto parao! Para eso hacen falta una capital depredadora y un dios de la arquitectura.
A- Ante la cantidad de billetes que se le avecinaba, el Marqués de Salamanca observó:
P- “Prefiero ir a Dubai que terminar en Alhaurín.”
A- Resolvieron subcontratar a la empresa de demoliciones Caín, Rómulo y Asociados. El ambicioso Marqués de Salamanca y URU4 hicieron del Retiro un bodrio de urbanización/ aquel edén sencillo se llama ahora Hell Taón./ Ahora se ocultan en un hogar de la tercera edad./ Pizzati, el americano, les manda un bigmac por Navidad.
A - Tras un día de desacostumbrada intensidad burocrática, URU4, el misericordioso amico dei poveri, buscó con ahínco la compañía de Dickens y Marx, sus filósofos de cabecera, convidándolos a un gin tonic sin piruleta en Cañadío Square y a pasear por el canto de la medalla.
A- El Collegium de los Invisibles os desea los mejores sueños sobre alfombras de infinitas perspectivas fractales, de los bisontes de Altamira a Las señoritas de Avignon.
¡Ah, y no olvidéis comprar un bono para el metro del amor!
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